Aidan Moles, el niño que duró casi tres años luchando por su vida y salió por primera vez del hospital

Un pequeño niño se ha convertido en un gran ejemplo de vida luego de estar luchando durante casi tres años en un hospital de Estados Unidos, logrando sobrevivir a pesar de los desalentadores pronósticos para un niño recién nacido.

La historia la protagoniza el pequeño Aidan Moles que nació prematuro en el Hospital de Niños Stead Family de la Universidad de Iowa con problemas en sus riñones y de respiración, debido a que sus pulmones no le suministraban el oxígeno suficiente al momento de nacer.

Aidan nació el 18 de julio de 2018 pesando tan solo 4 libras y 10 onzas y desde que llegó a este mundo tuvo que enfrentar una serie de problemas de salud que hacían que los médicos no le dieran muchas posibilidades de vida.

El pequeño sufría de una enfermedad renal en etapa terminal que requirió diálisis desde el momento de su nacimiento. También fue diagnosticado con una hipertensión pulmonar, un tipo de presión arterial elevada que afecta las arterias del corazón y los pulmones por lo que pasó dos años y medio con oxígeno.

Asimismo, en los 946 días que estuvo en el hospital tuvo que luchar contra las infecciones, un problema cardíaco y de sangre, hasta que consiguió un nuevo riñón en noviembre de 2020 que cambiaría completamente sus esperanzas de vida.

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La directora del programa de trasplante de riñón pediátrico de este hospital, Lyndsay Harshman, explicó que el pequeño pasó casi tres años hospitalizado, pero el amor de su familia y del equipo médico fue crucial para que Aidan fuera dado de alta y pudiera ir a su casa por primera vez luego de recibir un trasplante.

“Hubo momentos en que no estábamos seguros de que lo lograría, para ser honesto. Pero su nuevo riñón está haciendo cosas tan asombrosas por su cuerpo que no tiene las alteraciones en el equilibrio de sus fluidos. Está desconectado de su ventilador. Se va a casa sin diálisis y sin ventilador”, indicó Harshman.

El niño salió del hospital después de una larga estadía y por eso le organizaron una conmovedora despedida con un desfile en el que estaba con todo el equipo médico que lo atendió y en donde escuchó canciones infantiles y salieron a flote lágrimas y sonrisas por su gran fortaleza e historia de vida.

De esta forma, el pequeño Aidan viajaría por primera vez en auto, iría a un parque, escucharía sonidos y conocería su casa en Fort Madison (Iowa).

“Aidan no solo no tenía riñones que funcionaran, sino que tenía pulmones menos formados que otros bebés, y tenía esta resistencia anormal en el corazón y los vasos pulmonares. Tenía muchas cosas sucediendo desde el principio”, confesó la doctora.

“Superó por completo todas las expectativas. No teníamos un calendario de qué esperar, pero en el primer mes después del trasplante quedó muy claro: Aidan estaba absolutamente conduciendo este barco. Estaba de pie en su cuna pocos días después de su trasplante y nunca antes había podido hacer eso”, indicó la doctora.

De esta forma, el niño salió del hospital y quedó a cuidado de su abuela y madre adoptiva, Aron Donaldson, que ha visto como el pequeño niño crece satisfactoriamente ya que ha aprendido a gatear y a subirse a algunos muebles.

Además, también ha estado visitando parques y realizando caminatas, así como jugando con otros niños lo cual le ha ayudado en su complejo proceso de recuperación.

“Veo historias de niños que han pasado por menos y no lo han logrado y pienso ‘qué fuerte es este pequeño para haber pasado por cosas realmente difíciles’. Hubo ocasiones en las que nos dijeron que no creían que él lo lograría. Pero aquí estamos”, aseguró su abuela.

Finalmente, la historia del niño que salió del hospital tras luchar durante cerca de tres años por su vida se ha vuelto viral y se ha convertido en una gran ejemplo de superación.

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