Rusia: emergencia ambiental por el derrame de 21.000 toneladas de diésel en el Ártico

Empresas y entidades federales de Rusia se movilizaron hoy para mitigar las consecuencias del derrame de diésel ocurrido en la central termoeléctrica de Norilsk, ubicada en el Círculo Polar ártico. Son 21.000 toneladas derramadas de combustible, que ya causan daños ecológicos que requerirán de una década para subsanarse, según el Gobierno ruso.

El ministro de Emergencias de Rusia, Evgueni Zínichev, sobrevoló este jueves la zona del accidente junto con una comisión creada para responder a este desastre ecológico ocurrido el pasado viernes.

De acuerdo con Greenpeace, este derrame de diésel es el primer accidente de tal magnitud en el Ártico. Es equiparable al derrame del buque cisterna “Exxon Valdez”, con 37.000 toneladas de hidrocarburo, ocurrido hace tres décadas frente a las costas de Alaska.

“La situación es muy difícil, porque se trata del Ártico. Es necesario recoger el diésel derramado.  Pero no hay dónde, no hay caminos, no hay almacenes. No se puede quemar, porque se generarían sustancias peligrosas para la vida”, dijo.

Envío de material y equipos a la zona

Según Rosprirodnadzor, la entidad estatal de Rusia encargada de velar por la naturaleza, 6.000 toneladas de diésel se derramaron sobre la tierra y otras 15.000 toneladas fueron a dar a los ríos.

Un destacamento de 70 rescatistas de diversas regiones de Rusia ha sido enviado al lugar del derrame. También se ha enviado equipamiento especial de la petrolera rusa Gazprom Neft, que incluye bombas y máquinas para recoger el diésel; y excavadoras y barreras de contención flotantes.

Por su parte, la operadora de oleoductos Transneft ha preparado cinco brigadas de 80 personas; así como también proporcionó barreras, recipientes de 10 metros cúbicos, bombas, botes y tiendas de campaña.

Además, se han trasladado a Norilsk diez sistemas de recolección y almacenamiento de crudo de 16 toneladas. Drones y helicópteros monitorean la zona del desastre desde el aire.

Todo esto a raíz del estado de emergencia federal decretado el 3 de junio. En una intervención, el presidente ruso, Vladímir Putin, amonestó al gobernador de la región de Krasnoyarsk, Alexandr Uss, por haberle informado tarde del accidente.

No obstante, la empresa responsable del derrame de diésel en Rusia, Nornikel, informó del accidente el mismo viernes, según la agencia TASS.

La compañía trabaja en las labores de limpieza junto al Servicio de Rescate Marítimo. Aseguró hoy que se podrá recoger el grueso del combustible en los ríos locales en un plazo de 14 días.

“Si contamos con recipientes y utilizamos equipamiento adicional, podría ser en 14 días. Con la condición de que el viento nos ayude al empujar la mancha hacia las barreras flotantes”, señaló el vicepresidente de la empresa, Serguéi Dyachenko.

La tierra contaminada será trasladada y procesada para hacerla de nuevo cultivable. La mezcla de diésel y agua que flota sobre la superficie del río en Rusia será bombeada a tanques con una capacidad para 16.000 toneladas.

Rusia investiga sobre el derrame de diésel

Mientras continúa la limpieza, la investigación que ha ordenado Putin también prosigue. Hoy los investigadores abrieron otro caso penal por actuar con “negligencia” al informar tardíamente sobre el accidente.

El miércoles 3 de junio se abrieron otros tres casos penales por daño a la tierra; violación de las normas de protección medioambiental durante el trabajo; y contaminación del agua. Además, fue detenido el jefe del departamento de calderas y turbinas de la termoeléctrica, Viacheslav Stárostin.

Un tribunal de Norilsk decretó este 4 de junio prisión preventiva hasta el 31 de julio para este funcionario.

Rosprirodnadzor inició, por su parte, una inspección de Norilsk. El Comité de Investigación requisó documentos y grabaciones de conversaciones entre empleados y otros archivos.

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