El síndrome del ojo seco es una afección que se manifiesta cuando las lágrimas encargadas de lubricar el ojo de forma natural no se manifiestan. Los síntomas pueden estar relacionados a varias causas, como por ejemplo, el uso excesivo de artefactos como las computadoras y los celulares, según indican algunos especialistas. Pero, aunque puede ser molesto tiene solución, siempre y cuando se sigan los tratamientos indicados por expertos.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
El síndrome del ojo seco, se relaciona a mucho más que “no producir lágrimas”, según explica el Instituto de microcirugía ocular de Barcelona, España. Se trata de una enfermedad multifactorial, compleja y crónica que puede afectar la superficie ocular, produciendo molestias, problemas visuales, lesiones en la córnea y la conjuntiva.
Incluso se conoce que llega a afectar a un 30% de la población, quienes requieren de un diagnóstico y tratamiento personalizado de acuerdo al caso y el grado de severidad que presente.
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Causas del síndrome de ojo seco
Generalmente ocurre por un déficit de lágrimas ya sea por escasa producción o excesiva evaporación, debido a problemas como la disfunción de las “glándulas de Meibomio, (falta o alteración de los lípidos que componen la lágrima) o la blefaritis (inflamación del párpado). Además, suele ir asociado a diferentes grados de inflamación”.
El Dr. Craig See, de la Clínica Cleveland Cole Eye Institute y la Dra. Preeya K. Gupta, de la Duke University Hospital, explicaron para Health Line, que son muchos los pacientes que han empeorado con el síndrome del ojo seco, por causa de mirar o leer pantallas de celulares y computadoras por largos períodos de tiempo, sin parpadear.
“Nuestro estilo de vida digital ha jugado un papel importante en la prevalencia del ojo seco”, agrega Gupta, por lo tanto es necesario “tomarse un descanso”, los cuales son indicados tras largos periodos frente a una pantalla digital.
Otras causas
- Hormonal, puede ocurrir durante la adolescencia o menopausia.
- Edad avanzada.
- Consumo de fármacos antidepresivos y antihistamínicos.
- Uso de lentes de contacto.
- Radioterapias o quimioterapias.
- Factores ambientales (calefacción, aire acondicionado, ambientes secos o contaminados).
- Cirugías oculares.
- Déficit de vitaminas.
- Enfermedades de tipo autoinmunes como: artritis reumatoide, síndrome de Sjögren, fibromialgia.
Tipos de ojo seco
El síndrome del ojo seco se puede manifestar en diferentes tipos, los cuales se determinan a través de un examen oftalmológico y pruebas diagnosticas específicas. Clasificándose en:
- Acuodeficiente: se disminuye la producción de lágrimas, los casos más severos se relacionan al síndrome de Sjögren.
- Evaporativo: las lágrimas se evaporan rápidamente, causado generalmente por las glándulas Meibomio.
- Inflamatorio: inflamación clínica o sublínica que se encuentra presente en la mayoría de los pacientes con síndrome de ojo seco.
- Neurotófico: déficit en la inervación de la córnea, limitando la secreción de lágrima y regeneración de la superficie ocular.
- Neuropático: alteración en la inervación de la córnea, aunque las causas y mecanismos todavía son desconocidos, se caracteriza por la intensidad de síntomas con una exploración ocular dentro de la normalidad o con mínimas alteraciones.
Síntomas del ojo seco
Los signos y síntomas del ojo seco se pueden manifestar de la siguiente manera, de acuerdo a la Mayo Clinic.
- Sensación de pinchazo, ardor o picazón en los ojos.
- Sensibilidad a la luz.
- Mucosidad viscosa en los ojos o alrededor de estos.
- Enrojecimiento de los ojos.
- Dificultad para el uso de lentes de contacto.
- Sensación de tener algo en los ojos.
- Dificultad para conducir de noche.
- Visión borrosa o fatiga ocular.
- Ojos llorosos, que causa irritación de la sequedad ocular.
¿Cómo se puede prevenir?
Para evitar el síndrome de ojo seco son importantes los controles rutinarios oftalmológicos, especialmente si se tiene algún factor de riesgo como los mencionados anteriormente. De ser diagnosticado es importante realizar revisiones periódicas cada 3-6 meses, para recibir los tratamientos oportunos; siempre recomendamos que sea realizado por un especialista, evitando la automedicación.
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