La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) planteó incrementar en más de siete veces el área designada como hábitat crítico para las ballenas en el océano Pacífico.
De acuerdo con la entidad, en la zona habita un grupo de orcas en peligro de extinción y es un lugar que actualmente está protegido por leyes federales por lo que podría ser ampliado para abarcar gran parte de la costa oeste, desde la frontera con Canadá hasta el centro de California.
La NOAA también explicó que la población de orcas en el noroeste del Pacífico es de apenas 73 ejemplares, la cual es la cifra más baja en más de tres décadas.
“Esta especie enfrenta problemas como falta de alimento (el salmón plateado su presa favorita), contaminación y el ruido de las embarcaciones que transitan por la zona”, indicó la entidad.
En ese sentido, la propuesta plantea adicionar 40.471 kilómetros cuadrados (15.626 millas cuadradas) al hábitat bajo protección federal, en una gran área que se extendería desde la frontera con Canadá hasta Point Sur, en California.
“La designación significa que las agencias federales deben garantizar que las actividades por las que paguen, autoricen o efectúen no perjudiquen el hábitat, pero por lo general no abarca actividades recreativas ni comerciales como la observación de ballenas y el transporte marítimo”, manifestó Lynne Barre, coordinadora para la recuperación de las ballenas en la unidad de Pesca de la NOAA.
Los expertos explicaron que las orcas que regresan cada verano a las aguas continentales del estado de Washington son genéticamente distintas a las de otras poblaciones en el mundo, y difieren de las otras que se alimentan principalmente de salmón, en vez de focas u otros mamíferos marinos.
“Las orcas se pueden adaptar a casi cualquier condición y ocurren tanto en mar abierto como en aguas costeras. En conjunto, la especie tiene la dieta más variada de todos los cetáceos (ballenas y delfines), pero las diferentes poblaciones suelen estar especializadas en su comportamiento de alimentación y dieta”, indicó la NOAA.
Las mayores amenazas
Los científicos de la NOAA han explicado que esta especie está siendo amenazada por varias actividades humanas que han afectado sus hábitats y otras especies de las cuales se alimentan.
En ese sentido, la sobrepesca ha generado menor disponibilidad de alimento haciendo que las orcas puedan experimentar tasas reproductivas disminuidas y tasas de mortalidad aumentadas.
“Esta amenaza es especialmente importante para las orcas residentes del sur porque algunas poblaciones de su presa preferida, el salmón Chinook , también están amenazadas o en peligro de extinción”, resalto la NOAA.
Otro de las afectaciones están reflejadas en los contaminantes que ingresan al océano a través de los sedimentos de muchos afluentes llevando consigo unas sustancias peligrosas que alterar y afectan la cadena alimentaria y se acumulan en los principales depredadores.
“Las orcas acumulan estos contaminantes en sus cuerpos debido a su larga vida útil, su posición en la parte superior de la cadena alimentaria y las tiendas de grasa. Estos contaminantes pueden dañar los sistemas inmunes y reproductivos de esta especie”, resaltó la entidad.
Asimismo, se tiene identificado que el ruido de los barcos en actividades industriales y militares ha alterado la capacidad de comunicación ya que interrumpe los sonidos que utilizan para orientarse y comunicarse dentro de sus especie.
Finalmente, los derrames de petróleo en altamar también pueden tener un impacto directo en la cadena alimenticia de las orcas y puede haber generado una disminución en sus poblaciones.
