Aunque siempre se ha creído que las personas activas físicamente tienen más posibilidades de supervivencia, la realidad podría ser otra (y darle un punto a los vagos).
De acuerdo a un estudio adelantado por investigadores de la Universidad de Kansas y publicado recientemente en la revista Proceedings of the Royal Society B, la vagancia y la pereza eran estrategias exitosas para los bivalvos y gasterópodos, especies de moluscos.
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“Nos preguntamos, ¿podríamos predecir la probabilidad de extinción de las especies basándonos en el gasto energético de un organismo?”, expresó el director del estudio, Luke Strotz.
De acuerdo a los fósiles de cerca de 300 especies de moluscos (que vivieron entre mediados del Plioceno y la actualidad) tener un gasto energético alto o una tasa metabólica elevada eran factores seguros para terminar en la extinción. “Aquellos que se extinguieron tendieron a tener mayores tasas metabólicas que aquellos que sobrevivieron y aún viven”, apunta Strotz.
En otras palabras: aquellas especies que adoptaron un gasto energético menor y tenían ‘perfil bajo’, lograron sobrevivir por más años y y dejar descendientes en la Tierra.
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“En vez de “supervivencia del más apto”, podemos usar la metáfora de la “supervivencia del más vago””, añade por su parte Bruce Lieberman, investigador de la Universidad de Oxford y coautor del estudio.
El estudio también ha revelado que en los gasterópodos y bivalvos el consumo de energía ha permanecido estable durante millones de años, pese a las numerosas extinciones que se han presentado científicamente. “Veremos si estos resultados son generalizables a otros grupos, al menos dentro del reino marino”, añade el autor del estudio.
