Saber cómo lucía Jesús de Nazaret en realidad siempre ha sido un misterio, y más cuando la tradición católica ha dado una imagen del mesías, como la de un hombre de una figura y belleza envidiable.
Los retratos que se han hecho de Jesús, siempre siguen el mismo patrón: un hombre blanco, alto, de muy buena estatura, ojos claros y pelo castaño.
Sin embargo, los científicos e historiadores no están muy seguros de que eso haya sido así…
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Es un hecho de que Jesús existió, varios historiadores lo nombran en sus escritos, sin embargo, esto no confirmaría que sea el hijo de Dios, pues en la actualidad, muchas religiones, incluida la judía, lo consideran un profeta, pero no el mesías.
Esto anterior es muy importante porque al saber que Jesús realmente existió, se puede deducir que él lució como todos los hombres de su época en su región.
Personas robustas, de 1,60 metros de estatura que pesaban alrededor de 50 kilos.
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También, Jesús lució, según estudios, barba y pelo corto y crespo, una nariz pronunciada y piel morena.
Por eso, para comprobar esto, el forense británico Richard Neave en 2001, ofreció una reconstrucción del rostro de Jesús, basada en tres cráneos que datan del siglo I, y que pertenecían a personas que vivían en la misma región por la que se movía el profeta.
Luego de analizarlos, Neave llegó a la conclusión de que el hijo de Dios, luciría más o menos así:
O verdadeiro rosto de Jesus, segundo o artista Richard Neave https://t.co/WMxJlCyP1O https://t.co/gIaGX9Zg6E pic.twitter.com/zdlb10pM4Z
— Antonio Luiz M. C. Costa (@ALuizCosta) 15 de diciembre de 2015
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— América Digital (@AmericaDigital) September 3, 2018
