Unicef ha llevado a Venezuela casi 130 toneladas de ayuda desde agosto, dentro de un programa de cooperación con el Gobierno para aliviar el impacto de la crisis económica.
Los suministros han beneficiado a 350.000 mujeres y niños, en vista de que la situación ha reducido el acceso a servicios esenciales y ha dejado a casi un 12 por ciento de la población malnutrida.
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100 toneladas de suministros alimentarios para unos 150.000 niños, incluida comida especial para tratar la malnutrición y tabletas para purificar agua.
Además, otras 30 toneladas han sido de medicinas y productos sanitarios para frenar la propagación de enfermedades infecciosas y mejorar la salud en comunidades vulnerables.
Según Unicef, esos productos se usarán para tratar a unas 25.000 embarazadas, a unos 10.000 recién nacidos y a unos 2.300 niños portadores del VIH.
A través de un programa ampliado por la agencia, 40.000 mujeres embarazadas tiene acceso a pruebas rápidas de VIH y sífilis, mientras que 100.000 embarazadas y niños tienen acceso a tratamiento contra la malaria.
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Con información de EFE