La cáscara de piña puede ser muy útil para tu salud, si aprendes cómo usarla. La fruta en sí es deliciosa y tiene efectos astringentes y antiinflamatorios, pero su piel también puede ser usada.
Las propiedades diuréticas de la cáscara de piña la convierten en un efectivo remedio casero para prevenir o aliviar la inflamación. Puedes prepararla con una infusión, hirviéndola con un poco de agua y un trocito de jengibre durante 40 minutos. Luego, la cuelas, la dejas enfriar y si quieres endulzas con un toque de miel.
Además de evitar la retención de líquidos, la cáscara de la piña también es efectiva contra el estreñimiento, al mejorar tu tránsito intestinal.
También tiene vitamina C, que potencia el sistema inmune, y manganeso, una sustancia que ayuda a fortalecer los huesos.
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Puedes consumirla como refresco, solo hierves la cáscara y agregas el endulzante de tu preferencia. Lo metes a la nevera y listo. Su sabor es muy agradable y refrescante.
La cáscara de piña puede ser utilizada para exfoliar la piel. Eso sí, debes retirarle los pedazos que puedan resultar muy abrasivos. Súmale un poco de azúcar y aplícala con movimientos circulares para eliminar las células muertas. Enjuaga con agua.
Finalmente, puedes usar la piel de la piña para ablandar la carne. Lo que debes hacer es envolver la carne en las conchas y dejarla reposar.
Esto ocurre porque son ricas en bromelaína, que es una sustancia que descompone las proteínas, además de darle un sabor jugoso a tu bisteck.
Para lo que elijas usarlas, recuerda lavar las conchas muy bien y colar el jugo resultante, para evitar ingerir impurezas.
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Antes de probar cualquier remedio natural, busca el consejo de tu médico, que puede orientarte ante cualquier duda.
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