La religión y la política son dos temas de conversación demasiado controversiales para la mayoría de las personas, hasta el punto de romper matrimonios, amistades y relaciones familiares.
Según un artículo publicado en The Atlantic, las diferencias religiosas entre una persona que cree en Dios y otra que no lo hace puede sobrevivir a la etapa de noviazgo, pero es difícil conciliar formar una familia y decidir sobre tópicos como la fe en la que criarán a sus hijos y este es uno de los factores por los que la pareja se separa.
El texto señala que las personas religiosas tienen la tendencia a introducir a un tercero, que es su dios o religión, a las relaciones que establecen, y esto puede ser problemático, en particular si la otra persona es atea, agnóstica o miembro de otra religión.
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Algunos tratan de imponer a otros sus creencias, sin respetar la individualidad, y es allí cuando muchos deciden romper las relaciones. Pero, ¿cómo superar esa situación?
De acuerdo a un estudio de la Universidad de Michigan es importante comprender la función que la religión puede jugar en la vida de las personas.
“Tener un sistema de creencias que “sustituya” adecuadamente algunas de las funciones de las relaciones humanas, como tener un Dios que los valore y los apoye, puede permitir que las personas socialmente desconectadas restauren parte de su propósito”, indica el estudio.
Por lo que el primer paso es ofrecer la amistad sin juzgar la religión de la persona, y comprendiendo la importancia que tiene en su vida, sin ahondar en las diferencias religiosas.
Si esto no es posible, lo siguiente es pasar por la experiencia de terminar esa relación, si el caso es que no pueden poner todas las afinidades y puntos de encuentro que tienen antes de la diferencia religiosa.
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De hecho, este es un proceso que se da de forma natural, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Nebraska: “Cuando se ve de forma transversal, los jóvenes de este estudio prefieren las amistades de aquellos que son religiosamente similares. Aun así, la participación religiosa, la devoción y la identificación cambiaron para muchos, y estos cambios se relacionaron sistemáticamente con cambios en la red de amistades”.
Por ello, de acuerdo a un artículo de Psychology Today, es posible terminar las relaciones con gracia, particularmente las de amistad. Acércate a la persona y háblale con amabilidad sobre lo que te molesta; no cierres tu pensamiento ni lo vuelvas rígido o radical, permite que haya matices; acepta que tus seres queridos pueden hacer elecciones diferentes a las tuyas y cuida tu salud mental alejándote de personas que te desgastan o te traen sentimientos negativos.
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