Un tribunal penal de la República del Congo condenó recientemente a un cazador furtivo a 30 años de cárcel por el tráfico de vida silvestre con elefantes en los parques nacionales de este país en África.
El cazador Mobanza Mobembo Gérard, conocido como ‘Guyvanho’ (“carnicero de Nouabale Ndoki), fue acusado por posesión de armas militares, el intento de asesinato de guardaparques, tráfico de marfil de elefantes, así como por la muerte de unos 500 ejemplares de esta especie desde el año 2008 en el país.
La directora Regional de África Central de Wildlife Conservation Society (WCS), Emma Stokes, destacó que esta es una condena sin precedentes y un importante hito en la protección de la vida silvestre en la República del Congo, ya que este tipo de delitos ambientales eran condenados con una pena máxima de cinco años en los tribunales civiles.
“Esta sentencia envía un mensaje extremadamente fuerte de que los delitos contra la vida silvestre no serán tolerados y serán procesados al más alto nivel. Confiamos en que la condena servirá de disuasión para los posibles delincuentes que infringen las leyes de vida silvestre y ponen en peligro a los guardaparques y la seguridad nacional del Congo”, resaltó Stokes.
Este cazador furtivo de elefantes también deberá pagar unos 68.000 dólares a los guardabosques que resultaron heridos por los enfrentamientos en medio de sus faenas de cacería.
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Precisamente, la condena de este cazador se dio tras una investigación de más de tres años liderada por la Unidad de Delitos contra la Vida Silvestre y el Departamento de Lucha contra la Caza Furtiva del Parque Nacional Nouabalé-Ndoki.
Los investigadores pudieron establecer que ‘Guyvanho’ lideró un grupo de aproximadamente 25 cazadores furtivos que, según el número de cacerías reportadas, podrían haber matado a más de 500 elefantes en el área desde 2008.
En ese sentido, este cazador había sido capturado a principios de 2018 en conjunto con otros miembros de la banda tras matar a 11 elefantes el Parque Nacional Nouabalé-Ndoki.
“Se produjo un tiroteo y Guyvanho inicialmente pudo escapar, pero tres miembros de su equipo fueron arrestados. Sus declaraciones proporcionaron motivos suficientes para dictar una orden de detención en su contra”, confirmó la organización WCS Congo.
En ese sentido, Guyvanho pudo ser capturado en mayo de 2018 y fue enviado a prisión pero a mediados de junio volvió a fugarse de una cárcel en la ciudad provincial de Ouesso.
De esta forma, este cazador fue declarado como un objetivo prioritario de la Unidad de Delitos contra la Vida Silvestre (WCU) y en varias ocasiones tuvo varios tiroteos con guardaparques cuando adelantaba sus faenas de cacería.
Sin embargo, en mayo de 2019 nuevamente tuvo un enfrentamiento con una patrulla guardabosques en donde resultaron heridos varios miembros de este esquema de protección ambiental, pero las autoridades lograron adelantar un operativo de vigilancia consiguiendo su captura en julio del año pasado.
De esta forma, la condena de este cazador significa una buena noticia en la lucha contra la protección de los elefantes y fauna silvestre que se lidera en la República del Congo y en otros países de África.
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