Luego de lavar y refrescar el cutis con abundante agua… ¿Con qué sueles secar el rostro? Si eres del grupo de chicas que usan una toalla es mejor que te lo pienses dos veces.
Aunque parezca insólito, porque una toalla es lo más común para secar el cuerpo, este hábito puede traerle consecuencias a la piel que seguro no van a gustarte.
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¿Por qué no secar el rostro con una toalla?
Las toallas acumulan bacterias, suciedad, células muertas y hasta restos de maquillaje aunque las laves con mucha frecuencia. Por otro lado, la humedad que se conserva en ella favorece el crecimiento de hongos.
Por este motivo, cada vez que vas a secar el rostro usando una toalla terminas esparciendo todos estos elementos en tu piel. Resaltando además que este proceso es capaz de obstruir los poros dándole paso a brotes de acné.
Del mismo modo, es importante que conozcas que al secar tu rostro de manera agresiva, las fibras de la toalla pueden crear microfisuras en la epidermis y ocasionar irritación o hasta infecciones en la piel.
¿Cuál es la mejor opción de secado facial?
Lo adecuado es que dejes que tu rostro se seque de manera natural, es decir, al aire libre. Puede que no te parezca una opción muy agradable para los días con prisa porque esto puede tardar unos 3 o 5 minutos. Sin embargo, puedes acelerar el proceso con un abanico y aplicando un hidratante.
Aunque también puedes optar por usar una toalla exclusiva para la cara, la misma debe ser aseada mínimo dos veces a la semana, utilizando agua caliente y almacenándola fuera del baño. Además, lo más idóneo es sustituirla periódicamente.
Es posible que sea complicado eliminar este hábito o cambiarlo un poco pero seguramente tu piel te lo agradecerá.