Los confinamientos y otras medidas de lucha contra la pandemia del COVID-19 causaron en Latinoamérica una pérdida de horas de trabajo equivalentes a 80 millones de empleos en el segundo trimestre del año, indicó la Organización Internacional del Trabajo.
Federico Alves, economista con postgrado en la Universidad de Harvard, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“Hemos estado estudiando el impacto de la pandemia que ha sido equivalente a una guerra. Ha sido exactamente como si el continente latinoamericano hubiera comenzado una guerra contra el enemigo invisible, y el enemigo va ganando. ¿Cómo recuperar lo perdido? Hay poner de moda a un economista inglés llamado John Maynard Keynes, quien en los años 20 logró determinar que la una sociedad puede estar en equilibrio a un bajo nivel de empleo o a un alto nivel de empleo. A mucha gente no le gusta, pero en un momento de crisis todos los gobiernos deben desempolvar a Keynes. Si el Estado no saca la chequera, la gente que no tiene empleo y pertenece a la economía informal, podrían sobrevivir pero a un nivel de gran sufrimiento. La única solución es gastar dinero, que el estado gaste dinero y eso se puede lograr con ayuda internacional”, dijo el economista.
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En este tiempo de la pandemia del COVID-19, muchos estados comienzan a hacer sus solicitudes de préstamos a los organismos internacionales. Está el caso de la Unión Europea que pidió al Fondo Monetario Internacional un fondo de ayuda como un bloque. Sin embargo, ante una crisis mundial de tal magnitud, está la duda sobre si los organismos internacionales tienen los fondos suficientes para atender financiar préstamos al mundo entero.
“Los Estados Unidos como proveedor de la moneda universal pudiera hacer un esfuerzo y prestar dinero. Los Estados Unidos pueden prestar dinero sin que les afecte su presupuesto. Pueden destinar un trillón de dólares a los organismos multilaterales y no se verá en su presupuesto. La economía estadounidense todavía es más grande que la China. Estados Unidos puede prestar ese dinero y recuperarlo con exportaciones. Washington puede solucionar el problema, pero China y Rusia se opondrán porque los Estados Unidos volverían a tener un papel preponderante en Europa. El mundo necesita un nuevo Plan Marshall y solo Estados Unidos lo pueden lograr”, agregó Alves.
América Digital
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