La campaña electoral estadounidense ha llegado a lo que pudiera ser el punto de quiebre: los debates. El primero se realizará esta noche, en medio de un ambiente encendido por el COVID-19, la violencia racial, la crisis económica y declaración de impuestos de Donald Trump.
Joaquín Pérez Rodríguez, asesor político, encuestador y Presidente de The Campol Group, abordó el tema en el programa En Conexión, conducido por César Miguel Rondón.
“A nivel nacional Joe Biden está adelante por nueve puntos. Pero eso no interesa, es solo referencial. Lo que interesa es saber cómo va en los estados importantes que le dieron la victoria a Trump en 2016. En este momentos, en 14 de esos Estados, Biden está venciendo en 11 con una sólida ventaja. En algunos como Florida, Georgia y Texas, la diferencia es un empate. Lo grave para el Partido Republicano y Trump, es que esos Estados siempre han sido Republicanos por un margen de 10 o 15 puntos. Hay un elemento que los estrategas vemos primero que la opción de voto, que son los números internos. En ese sentido, Biden le cae mejor a un 15% más de personas que a Trump. La realidad es que Biden está arriba en las encuestas nacionales, está arriba en los estados y está arriba en los números internos”, dijo Pérez Rodríguez.
Más allá de los sondeos y estudios, muchos analistas consideran que la elección será cerrada y que los indecisos serán los que determinen el ganador.
“En Georgia, que es un Estado que está muy cerrado, hay un 2% de indecisos. Creo que a estas alturas, el nivel de indecisos es muy poco. Los números de Biden rondan el 51%. Creo que esta campaña está dictada desde hace tiempo”, explicó el analista.
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Pérez Rodríguez también destacó que el tema de la evasión de impuestos de Trump a estas alturas no tiene tanto efecto. “Tendría que impactar a los votantes duros de Trump y eso es muy difícil. Sin embargo, en la pasada campaña electoral, cuando Trump ganó, Hillary Clinton estaba arriba en las encuestas. Sin embargo, una semana antes de la elección, el jefe del FBI sacó una revelación con el tema de los correos y eso le costó la presidencia. Pudiera pasar que algunos votantes sólidos de Trump, decidan no ir a votar”, agregó.
Si las bases de cada partido están alineadas con sus candidatos, queda la duda de cuál sería la estrategia en el debate para conquistar a los indecisos.
“Si fuera estratega de Biden, le diría que se afincara en los puntos positivos. Es decir, mantener el seguro de salud, ayudar a los más pobres, ofrecer apoyo con el costo de las universidades, además de abordar el tema del coronavirus. Eso es ir en positivo, porque está arriba. Si fuera el asesor de Trump, le diría que hay que ir a triturar a Biden. La única manera de que una campaña pueda repuntar estando nueve puntos abajo, es yendo al ataque”, afirmó el estratega político.
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