La sonda espacial de China Chang’e 5 alunizó con éxito y logró recolectar las muestras de roca de la Luna antes emprender su regreso a la Tierra, siendo el primer intento de traer muestras lunares desde hace 40 años.
La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) informó que la Chang’e 5 “alunizó con éxito a las 23.11 horas (15.11 horas GMT) del 1 de diciembre en la zona preseleccionada a 51,8 grados de longitud oeste y 43,1 grados de latitud norte”.
La agencia espacial precisó que, a las 22.57 (14.57 hora GMT), el aparato redujo la potencia cuando se encontraba a unos 15 kilómetros de la superficie lunar.
“Después de eso, se llevó a cabo la detección automática de obstáculos”, indicó al explicar que la nave inició un lento descenso vertical para fijar el punto de alunizaje en área al norte del Mons Rümker, en el Oceanus Procellarum, en la cara visible de la Luna.
Se trata de una zona no visitada hasta la fecha ni por astronautas ni por misiones espaciales no tripuladas. Además, la sonda espacial envió fotografías tanto de la aproximación a la superficie lunar como del terreno al concluir el descenso.
DOS KILOS DE MUESTRAS
El objetivo de esta nueva misión es traer unos dos kilos de muestras de rocas lunares, perforando el suelo hasta dos metros de profundidad, para ayudar a los científicos a entender mejor los orígenes de la Luna, especialmente sobre su formación y actividad volcánica en su superficie
Una vez sobre la Luna, la sonda Chang’e 5 desplegó los paneles solares y la antena direccional y comenzó el trabajo en la superficie lunar que durará unos dos días para recoger muestras de roca de la Luna.
“Diseñamos dos métodos de recolección de muestras: uno, en la superficie y otro, perforando. Así podremos aumentar las posibilidades de obtener muestras más variadas”, aseguró Peng Jing, uno de los responsables del diseño de la Chang’e 5, citado por la agencia estatal de noticias Xinhua.
La misión espera recopilar unos dos kilos de material, tras lo que la cápsula despegará hasta acoplarse en el módulo de retorno a la Tierra, que en la actualidad se encuentra orbitando el satélite.
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De acuerdo con el científico, se trata de la primera vez en la historia de la exploración lunar que se realizará una maniobra de estas características en un módulo no tripulado.
Tras cumplir su misión de recolección, la sonda espacial Chang’e 5 emprenderá el regreso a la Tierra y se tiene previsto que aterrice en la región septentrional china de Mongolia Interior.
“Científicos locales y extranjeros podrán acceder a las muestras lunares que traiga la Chang’e 5”, aseguró el subdirector del programa de Exploración Lunar de la ANEC.
UN PROGRAMA ESPACIAL MUY ACTIVO
De completarse con éxito, la misión convertiría a China en el tercer país capaz de recolectar muestras lunares después de que anteriormente lo hicieran Estados Unidos y la extinta Unión Soviética en la década de 1970.
La Chang’e 5 se lanzó el pasado 24 de noviembre mediante un cohete Larga Marcha-5, que ya llevó al espacio con éxito la primera misión china a Marte, la Tianwen-1, el pasado 23 de julio, y cuya llegada al planeta rojo se prevé para el próximo mes de mayo.
Por su parte, el programa Chang’e (bautizado así en honor a una diosa que, según la mitología china, vive en la Luna) comenzó con el lanzamiento de una primera sonda orbital en 2007.
El país asiático realizó su primer alunizaje en 2013 y, en enero de 2019, logró que la sonda Chang’e-4 se posara en su cara oculta -donde todavía permanece-, marcando un hito nunca logrado en la historia de la exploración lunar.
El objetivo final del programa es una misión tripulada a la Luna y la construcción de una base científica en el satélite, aunque no se ha fijado la fecha para desarrollar este ambicioso proyecto.
UN AMBICIOSO PROGRAMA ESPACIAL
Esta misión constituye una nueva etapa del ambicioso programa espacial de China, que ha invertido miles de millones de dólares en su programa con la esperanza de contar con una estación espacial tripulada para 2022 y, eventualmente, enviar seres humanos a la Luna.
Esta ambiciosa operación permitirá igualmente al gigante asiático probar nuevas tecnologías, cruciales para enviar astronautas al astro lunar hacia la década de 2030.
Los planes para el “sueño espacial” de China, como lo llama el presidente Xi Jinping, se han lanzado bajo su gobierno. El objetivo es equipararse con Europa, Rusia y Estados Unidos en hitos espaciales.
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Los ambiciosos objetivos fijados por el gobierno chino incluyen la creación de un cohete superpotente capaz de entregar cargas más pesadas que las que pueden manejar la NASA y la empresa privada SpaceX, una base lunar y una estación espacial permanente tripulada.
Precisamente, la última vez que llegaron rocas lunares a la Tierra fue en 1976, en la misión de la sonda soviética Luna 24.
Asimismo, astronautas estadounidenses trajeron 382 kilos (842 libras) de muestras entre 1969 y 1972. Algunas de esas rocas aún son analizadas y empleadas en experimentos.
El vuelo de Chang’e es el tercer alunizaje exitoso de China. Su predecesora, Chang’e 4, fue la primera sonda que llegó al poco explorado lado oculto de la Luna.
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