“No importa lo que uno haga, todos se van a contagiar de todas formas”. Con estas crudas palabras, Johan Giesecke, máximo epidemiólogo de Suecia, advirtió que la evolución del coronavirus es alarmante y que el número de contagios va a disminuir solo si existe una vacuna.
A pesar de que en Suecia han adoptado alternativas poco severas que, de hecho, han catalogado como ‘confinamiento suave’, para el científico sueco independientemente del tipo de restricción que impongan en cada país, la propagación y el contagio del coronavirus en el mundo será inevitable.
“Esta enfermedad se propaga como un incendio y lo que uno hace no cambia demasiado. Todos se van a contagiar del virus. Todos en el mundo al final. Hasta que haya una vacuna”, señaló Giesecke en una entrevista para Infobae.
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Entre las medidas que implementa Suecia por el coronavirus, están prohibidas las reuniones de más de 50 personas; los cines, bares, gimnasios, jardines y escuelas siguen funcionando, con la restricción de que solo se admiten personas que estén sentadas en las mesas, a no menos de dos metros de distancia.
No obstante, de acuerdo con las cifras de la Universidad Johns Hopkins, los resultados de este ‘confinamiento suave’ en el país nórdico han dejado unas 3.000 muertes, en una población de 10,2 millones de habitantes. Esto quiere decir que la tasa de mortalidad es de 30 personas por cada 100.000 habitantes en Suecia.
Así las cosas, esta tasa de mortalidad sería alta si se compara con a la de Noruega, que es de 4; y Dinamarca, 9. Pero también está muy por debajo de países como el Reino Unido, donde la tasa de mortalidad es de 45; España, 55; o Bélgica, 74. Todos estos países con medidas de confinamiento estrictas.
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“Si se compara con Dinamarca, Noruega y Finlandia, es cierto, la tasa de mortalidad es más alta. Pero si se compara con el Reino Unido, allí tienen más muertes que Suecia y tienen un confinamiento. ¿Es bueno el confinamiento? Bélgica tiene una mayor tasa de mortalidad. También Irlanda. Y todos esos países tienen un confinamiento severo. Entonces, deberían tener menor mortalidad que Suecia, ¿no le parece?”, exclamó Johan Giesecke.
Por otro lado, en entrevistas con diferentes medios, Giesecke, uno de los expertos más destacados del mundo, señaló que las recomendaciones que han dado los epidemiólogos a los gobiernos, sobre la implementación de cuarentenas, también obedece a un desconocimiento científico.
“Es precisamente porque hay poca ciencia, así que nadie sabe. (…) Hay algunas cosas que sí sabemos científicamente, como que lavarse las manos es bueno. Lo sabemos desde hace 150 años. También sabemos que debemos mantener cierta distancia social, es decir, no acercarnos demasiado a otras personas. ¿Pero el resto? Nadie sabe si cerrar las escuelas va a tener algún efecto. Lo mismo con el cierre de fronteras, o con no permitir que la gente esté al aire libre”, aseguró.
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Johan Giesecke, quien es arquitecto de la estrategia frente al coronavirus en Suecia, afirmó que los confinamientos son un riesgo grande para la democracia.
“Los gobiernos quieren lograr más poder y podría también pasar en América Latina. Es una oportunidad para que aquellos que quieren poder lo consigan. Y yo creo que ese es el mayor riesgo de esta pandemia. Por supuesto que la enfermedad y las muertes son un gran riesgo, pero las consecuencias políticas creo que son peores”, señaló.
Por otro lado, mientras el debate hoy alrededor del mundo está enfocado en la creación de estrategias para la adecuada reapertura de los países, el modelo defendido por Giesecke en Suecia está centrado en que “todos se van a contagiar de coronavirus de todas formas”.
Lo que sugiere, entonces, es que la gente joven salga y que solo los adultos mayores permanezcan en casa.
“Se necesita generar la llamada inmunidad de rebaño. La mejor manera de lograrlo es que los jóvenes, pero no solo ellos, quiero decir, que las personas de menos de 50 o 60 años se mezclen, y decirle a las personas grandes y con condiciones médicas preexistentes que se queden adentro. Así se puede obtener bastante rápido la inmunidad en el país”, explicó.
Con respecto a la creación de una vacuna, Giesecke ha sido también escéptico en que este año el mundo logre desarrollar la cura. Por el contrario advirtió que “este año no sucederá, quizás el año próximo”.
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