Un joven universitario ha sorprendido al revelar que pudo comer gratis durante dos años tras implementar un plan que le permitió ahorrar dinero.
El protagonista de esta historia de Jordan Vidal, un joven que durante sus años de estudiante en la Universidad de Gales (Reino Unido) logró trabajar y ahorrar cerca de 3.000 libras esterlinas (unos 4.100 dólares).
Al enfrentarse al mundo laboral y de estudiante, Jordan descubrió que las cuentas no siempre cuadraban y la falta de recursos se convirtió en un problema.
De esta forma, evidenció que el préstamo estudiantil y el trabajo que tenía no eran suficientes para pagar el alquiler de su vivienda, hacer mercado y acudir a fiestas.
Ante esta situación decidió diseñar un novedoso plan que no solo lo mantendría alimentado sino también le permitiría ahorrar dinero comiendo completamente gratis.
¿Cómo lo hizo?
Jordan descubrió un casino cerca de su vivienda en la ciudad de Cardiff en donde las personas que tenían una membresía podrían acceder gratuitamente a un buffet de comida china.
El joven logró inscribirse a este casino pero no para apostar sino para aprovechar los alimentos que le otorgaba esta membresía.
Sin embargo, esto le implicaba un esfuerzo ya que tenía que estar presente todos los lunes a las 4 de la mañana para buscar su desayuno, almuerzo y cena.
Era tanta la comida que podía disfrutar que incluso al levantarse los martes todavía se sentía lleno de los fideos, rollitos, arroz chino y pollo agridulce que disfrutaba.
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Pero su plan fue más allá, con el paso del tiempo se hizo amigo de los dueños de los cafés en el centro de la ciudad y comenzó a recolectar los alimentos que generalmente tenían que tirar a la basura.
“Legalmente, tienen que tirar cualquier alimento que se haya elaborado fresco y que no se haya vendido, incluso si está perfectamente bien para comer. Les pregunté si iban a tirar algo para que me lo dieran”, indicó el universitario, según reseña el portal Metro.
De esta forma, este joven empezó a llenar su nevera con alimentos que estaban en buen estado pero que todos los días eran desperdiciados debido a las normas sanitarias.
El joven no paró ahí y decidió ir a una concurrida zona de comida rápida a la que acuden las personas que disfrutan de la fiesta y les pidió lo mismo: que le dieran la comida que iban a botar.
Jordan se iba todos los fines de semana con papas fritas, hamburguesas, perros calientes y alitas de pollo para su casa y sin pagar una sola moneda.
El plan que diseñó este joven universitario fue todo un éxito hasta el punto de que en algunas semanas su alacena y nevera estaban tan llenas de alimentos que decidió compartirlos con sus amigos y otras personas para no tirarlos a la basura.
“Realmente me molesta cuando veo que las cosas se desperdician. Vivimos en un mundo donde la gente no tiene comida, la gente pasa hambre y la gente muere. Realmente no me gusta el desperdicio”, confesó Jordan.
La estrategia de este joven le sirvió para ahorrar más de 4.000 dólares y graduarse de la universidad tras haber trabajado parcialmente en un hotel que le pagaba cerca de 10 dólares la hora.
Finalmente, el joven que logró comer gratis ha animado a otras personas a no desperdiciar los alimentos en momentos en que muchas familias se acuestan sin un plato de comida.
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América Digital
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