La Organización Mundial de la Salud (OMS) lamentó la enorme desigualdad que se está presentando en el mundo con la distribución de las vacunas contra el COVID-19, ya que de las 40 millones de dosis que se han administrado solo 25 dosis se han aplicado en un país pobre.
“El mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral, y el precio de ese fracaso se pagará con vidas y empleos en los países más pobres”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS durante un discurso de apertura del Comité Ejecutivo de la organización.
De acuerdo con el funcionario, las vacunas para la pandemia de la gripe A que emergió en 2009 no llegaron a los países en desarrollo hasta después de que terminara aquella crisis y los fármacos para portadores del virus VIH llegaron a los afectados en las naciones pobres una década después que en las ricas, errores que no deberían repetirse con esta pandemia.
“La reciente emergencia de variantes del coronavirus altamente contagiosas hace que el despliegue rápido y equitativo de las vacunas sea aún más importante”, insistió Tedros al alertar sobre la necesidad de que las vacunas sean distribuidas de forma equitativa en momentos en que 50 países ya iniciaron las vacunaciones.
En ese sentido, la OMS también aseguró que no sería justo que algunos países ricos ya empiecen a vacunar a adultos jóvenes y sanos mientras que los trabajadores sanitarios y adultos mayores de los países siguen expuestos al COVID-19.
“Habrá dosis para todos, pero ahora debemos actuar como una gran familia para dar prioridad a los que están en más riesgo. Además, algunos países estén dando prioridad a acuerdos bilaterales para la adquisición de vacunas”, aseguró Tedros al explicar que esto podría encarecer los precios de las dosis.
Pese a las desigualdades, la OMS aseguró que aún no es tarde para revertir la situación y pidió a la comunidad internacional “trabajar conjuntamente” para que en los cien primeros días de este año la vacunación de trabajadores sanitarios y personas mayores esté en marcha en todos los países.
Vacunar al 20 % de la población mundial
La OMS se ha fijado el objetivo de que un 20 % de la población mundial esté vacunada en 2021, a pesar de que para lograr una inmunidad de grupo que permita controlar definitivamente el COVID-19 requiere una cobertura de al menos 70%.
En ese sentido, los 40 millones de vacunas aplicadas en unos 60 países hasta ahora representan el 0.5 % de la población mundial y por eso el planeta se enfrenta a una carrera contrarreloj en momentos en que la pandemia no da tregua y sigue registrando aumentos exponenciales de contagios y muertos por el coronavirus.
Los países que por ahora han logrado vacunar a más personas son Estados Unidos (12 millones), China (10 millones), Reino Unido (4,3 millones), e Israel (2,4 millones, más de la cuarta parte de su población inmunizada).
“Las vacunas son administradas en el brazo que todos necesitamos pero ahora nos enfrentamos al peligro real de que, incluso cuando las vacunas traen esperanza a algunos, se convierten en otro obstáculo de desigualdad entre los mundos de los que tienen y los que no tienen en el mundo”, aseguró el director de la OMS.
Tedros hizo un duro comentario frente a las farmacéuticas al criticar la firma de nuevos acuerdos bilaterales con los países, lo cual afecta el mecanismo COVAX que tiene como objetivo suministrar de forma equitativa las vacunas a los países pobres.
“La mayoría de los productores han priorizado la aprobación regulatoria en los países ricos, donde las ganancias son más elevadas, en lugar de presentar datos a la OMS para que pueda aprobar un uso más extendido de las vacunas”, indicó Tedros.
En la actualidad se están aplicando siete vacunas en todo el mundo, las cuales requieren dos dosis para ser totalmente eficaces para enfrentar el COVID-19.
Las vacuna desarrolladas por Pfizer/BioNTech (EE.UU.-Alemania) y Moderna (EE.UU.) son las más utilizadas en América del Norte, Europa, Israel y países del Golfo.
Por su parte, la vacuna británica AstraZeneca/Oxford, prevalece en el Reino Unido e India. Este último país también aplica otra vacuna desarrollada por un laboratorio local, Bharat Biotech.
La vacuna Sputnik V desarrollada por el centro ruso Gamaleya se inocula en Rusia, y también en Argentina, Bielorrusia y Serbia.
Respecto a las vacunas chinas, además de en el propio gigante asiático, la de Sinopharm se administra en Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Seychelles y Jordania; y la de Sinovac se utiliza en Indonesia, Brasil y Turquía.