Caramelos de jengibre / Créditos: Freepik (jcomp)
Colócate como reto hacer los clásicos caramelos de jengibre en casa. Son picosos, tolerables, y además, pueden mantener tu garganta lisa gracias a las propiedades que ofrece esta raíz.
Estos caramelos han sobrevivido a centenares de generaciones, por eso queremos darte la receta ideal para que los hagas en el hogar.
Una vez que consigas realizarlos con éxito ganarás mucho: aprenderás a gastar menos en el negocio más cercano de la oficina, y podrás acudir a los caramelos de jengibre cuando sientas ansiedad.
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Se piensa que los caramelos de jengibre tienen lo necesario para aliviar algunas irregularidades como la tos y la flema. En base a esto, algunas personas recurren a ellos para sobrellevar las molestias que sientan al tragar ante el primer síntoma de gripe.
Aún así, otros están convencidos de que estos caramelos de jengibre serían su última opción de compra, ya que el paladar no lo resiste.
Por otro lado, los caramelos en general, independientemente del gusto y la marca, mantienen la garganta húmeda en todo momento. Es por eso que, cuando sea época de frío o sientas esa zona un poco seca, la mejor solución es recurrir a los caramelitos duros o masticables, ambos harán el trabajo.
En conclusión, el sabor de esta golosina siempre ha sido controversial y queda claro que no están hechos para todos. ¿Tú los consumes o prefieres evitarlos?
– Retira la piel de jengibre con una cucharilla o cuchillo.
– Corta los trozos de la raíz un tanto gruesos para que sientas el sabor más concentrado en los caramelos de jengibre.
– Si deseas incrementar el picante en los caramelos de jengibre, exprime el jugo de varios limones hasta que llegues a 100 ml. Después, mezcla con el resto de los ingredientes.
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Retira la piel del jengibre con ayuda de un cuchillo o cuchara.
Córtalo en pedazos medianamente gruesos y cúbrelos con suficiente agua a fuego bajo.
Deja que hiervan por al menos 30 minutos.
Pasado el tiempo, escúrrelos y reserva ¾ taza de agua.
En una olla agrega azúcar, agua y el jengibre preparado.
Revuelve el jengibre continuamente hasta que esté translúcido y el azúcar se haya convertido en jarabe.
Después de 18 minutos, el azúcar se volverá espesa.
Con una cuchara colócala en porciones pequeñas sobre una bandeja engrasada. Deja cierta distancia entre cada caramelo para que no se peguen entre sí.
Permite que se reposen los caramelos de jengibre por 1 hora, y luego de ese tiempo, espolvorea azúcar.
Espera 3 horas para consumirlos, y el resto guárdalo en un envase hermético.
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