Salsa bechamel / Créditos: Freepik (timolina)
Hacer la receta de salsa bechamel es un básico de cocineros fácil de realizar que puedes personalizar a tu manera sin mayores obstáculos.
¿Qué sería de la milanesa de pollo y una que otra receta de pasta sin esta exquisita y delicada preparación?
De todas las cremas especiales para comidas saladas, la salsa bechamel es una de las más conocidas. Con un poquito que viertas en el plato enalteces los sabores más neutros consiguiendo así un resultado abrumadoramente espectacular.
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Un ejemplo de comida con salsa bechamel son los canelones. Esta alternativa es muy querida por niños y grandes gracias a su característico relleno y diversas cremas que se derriten y se fusionan muy bien con los ingredientes cuando toma calor.
Con la lasaña sucede exactamente lo mismo. Esta crema blanca le da un gusto y sazón tan particular que hasta los vegetarianos se las han ingeniado para crear su propia versión saludable.
Además, en España hay una tendencia a probar las croquetas con salsa bechamel, y la fusión es verdaderamente alucinante.
Si los veganos lo han logrado, no te desanimes que tú también podrás hacer una receta de salsa bechamel fácil, destacada y sin relieve.
A continuación, algunas claves importantísimas que debes realizar cuando intentes la crema casera.
Ciertamente la salsa bechamel se adapta casi a cualquier comida salada que necesite cocinarse u hornearse. Sin embargo, cada una lleva unas cantidades específicas que debes respetar, dado que en unas croquetas por cada litro de leche debes utilizar 3 cucharadas de harina y otras 3 de mantequilla.
Mientras que, en canelones por cada litro de leche lo ideal es usar 2 cucharadas de harina y 2 de mantequilla. De ese modo, el sabor es mucho más equilibrado.
En ocasiones, necesitas corregir la textura de la salsa bechamel, según la ocasión o los ingredientes. Por ello, si te toca colocarla un poco más espesa recuerda que necesitarás un poquito más de harina.
En el caso contrario, añade un tanto de leche para que sea más suave o líquida.
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Tamiza la harina con un colador.
Calienta la leche a fuego medio durante 4 o 5 minutos y no esperes que hierva.
En otra olla coloca la mantequilla y derrítela hasta que obtengas un poquito de burbujas.
A la mantequilla añade la harina, revuelve y deja que adquiera un tono avellana.
En este punto se formará una bola.
Después, vierte la leche caliente, agrega sal, pimienta, nuez moscada y bate de manera continua por 5 o 6 minutos.
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