Una mala postura al momento de manipular el teléfono puede debilitar los músculos del cuello y la barbilla. Esto puede contribuir a una papada con el tiempo, ya que la piel circundante pierde su elasticidad cuando no se usan los músculos, informa Medical News Today.
El crecimiento de la papada es un tema que obedece a varios factores, pero la postura es una de las más importantes, y pasar horas viendo el teléfono en la misma posición, con la cabeza hacia abajo, puede influir en que esos músculos necesiten un ejercicio extra para mantenerse firmes.
Entre los factores que pueden causar el crecimiento de la papada se encuentran el envejecimiento y la edad, la predisposición genética, la dieta y el sobrepeso y, finalmente, la postura.
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“La piel puede comenzar a perder su elasticidad a medida que el cuerpo envejece, lo que puede provocar la aparición de piel extra o flácida que puede contribuir a la papada”, explica la publicación.
Los genes pueden influir en las personas que desarrollan papada. Cualquiera con antecedentes familiares de piel con poca elasticidad o papada podría tener más probabilidades de desarrollar una.
El tema de la papada es un tema generalizado de conversación, pues diera la impresión de que cada vez más personas la tienen. Así lo señala un artículo de Medium: “La multiplicación de la papada que podría ocurrir naturalmente en la edad adulta avanzada es indudablemente acelerada por la inclinación descendente del rostro humano durante tantas horas al día. La mayoría de nosotros estamos en la posición fija que es la posición menos atractiva para sostener la cara”.
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Es que esta posición de ver el teléfono todo el tiempo nos hace ver a todos como figuritas de Botero, lo que por supuesto que es muy poco favorecedor.
Entre los tratamientos disponibles para reducir la papada se encuentran las mascarillas con efecto tensor en la piel. Adicionalmente, una dieta baja en grasas puede evitar que se acumule en ese depósito en la zona del cuello.
Los médicos recomiendan tomar mucha agua y alimentos como pepinos y melones, que son muy hidratantes y ayudan a que el cuerpo deseche el extra de grasa.
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