Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) evidenció que la pandemia del COVID-19 está afectando especialmente la economía y salud mental de las mujeres.
Así lo reveló ONU Mujer tras hacer un estudio en algunos países de Asia -Pacífico, al evidenciar que la dependencia que las sociedades tienen de las mujeres y las desigualdades de género que tienen en el mundo, está influyendo en que se vean más afectadas en medio de la pandemia.
“En tiempos de crisis, cuando los recursos escasean y la capacidad institucional se ve limitada, las mujeres y las niñas se enfrentan a repercusiones desproporcionadas con consecuencias de gran alcance que no hacen más que agravarse en contextos de fragilidad, conflicto y emergencia”, reseña la ONU
De acuerdo con el informe, aspectos como el trabajo no asalariado, la pérdida de empleo e ingresos y el repunte de la violencia doméstica por la pandemia pueden estar contribuyendo al deterioro de la salud mental de las mujeres; sobre todo las que tienen entre 10 y 24 años.
“El 70 % de las mujeres en ciudades de los países estudiados sufrieron problemas mentales, frente al 52 % de los hombres” reseña el estudio realizado en 11 países.
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Las encuestas revelan que una mayor proporción de mujeres (35 %) ha visto reducidas sus horas de trabajo en el sector formal, mientras que un 63 % de ellas ha visto incrementarse el trabajo doméstico no remunerado.
“El 66 % de las mujeres ha sufrido una reducción de sus ahorros, inversiones y propiedades, frente al 54 %” , explicaron los investigadores de la ONU.
El director de ONU Mujer para Asia y el Pacífico, Mohammad Naciri, aseguró que las consecuencias que está sufriendo las mujeres van más allá de la salud física.
“Más mujeres están viendo su salud mental afectada y están teniendo más problemas encontrando cuidados médicos y acceso a suministros médicos. Tener estos datos es crítico para planificar las respuestas de emergencia. De otra forma, estamos tomando decisiones a ciegas”, indicó Naciri.
El informe también establece que la violencia doméstica se pudo haber disparado en un 25 % por las medidas de confinamiento debido a que los problemas de salud y económicos podría aumentar los problemas de los hogares.
“Los datos emergentes muestran una tendencia muy preocupante porque el COVID-19 está causando un repunte de la violencia doméstica que se ve agravado por las presiones de seguridad, sanitarias y económicas, las restricciones de movimiento, los hogares abarrotados y la reducción de la ayuda mutua”, concluye la ONU.
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