Una investigación de la Universidad de Tübingen (Alemania) pudo evidenciar que los primeros humanos modernos migraron de África mucho antes de lo que se creía, luego de analizar unos restos óseos que se encontraron en Europa.
El cráneo, encontrado en la cueva de Apidima (sur de Grecia), fue analizado exhaustivamente por los investigadores quienes pudieron establecer que data de aproximadamente 210.000 años, con lo cual se convierte en el primer ser humano moderno conocido fuera de África.
“Nuestros resultados sugieren que al menos dos grupos de personas vivían en el Pleistoceno Medio en lo que hoy es el sur de Grecia: una población temprana de Homo sapiens y, más tarde, un grupo de neandertales”, explicó Katerina Harvati del Centro para la Evolución Humana y el Paleoambiente en la Universidad de Tübingen.
La investigación establece que los humanos modernos primitivos se dispersaron fuera de África, donde evolucionaron varias veces, por lo que los restos de este Homo sapiens confirman que son 150.000 años más antiguos de los que se tenían registro en Europa y contaban con una mezcla de características humanas modernas y arcaicas.
“El equipo de investigación aplicó enfoques novedosos e innovadores, incluidas reconstrucciones virtuales de las partes dañadas de los cráneos. Llevó a cabo numerosas comparaciones con diferentes fósiles humanos y usó un método de datación radiométrica de alta precisión para determinar su edad”, señala el estudio.
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Un cráneo de la especie Homo Sapiens hallado hace 40 años en la cueva griega de Apidima, datado en 210.000 años de antigüedad, según un nuevo análisis. Reescribiría la historia de los encuentros entre humanos modernos y neandertales en el sureste de Europa. pic.twitter.com/lKPgXBwuoi— Cerebro Positrónico (@C_Positronico) 10 de julio de 2019
Estos fósiles fueron hallados por el Museo de Antropología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Atenas tras una excavación en la cueva de Apidima en la década del 70. Sin embargo, los mismos no habían sido estudiados a profundidad y ahora dan importantes pistas sobre su origen.
“Tenemos la hipótesis de que, como en el Cercano Oriente, la población humana moderna representada por Apidima probablemente fue reemplazada por neandertales, cuya presencia en el sur de Grecia está bien documentada”, destacó Harvati.
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La investigadora también indicó que este hallazgo evidencia la importancia del sur de Europa para la evolución humana ya que estos restos confirman que los neandertales también tuvieron que abrirse camino hacia este continente mucho antes de los que se pensaba.
“Los neandertales también tuvieron que abrirse camino. En el Paleolítico tardío, hace unos 40.000 años, los humanos modernos recién llegados se asentaron en la región, como en el resto de Europa. en donde se han encontrado herramientas de piedra y otros hallazgos”, manifestó.
Los investigadores planean realizar unos estudios adicionales de los fósiles de Apidima, que durante mucho tiempo se consideraron importantes para la evolución humana, pero que con estos recientes análisis demuestran que tienen información valiosa sobre el origen del ser humano.
América Digital
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