Una nueva investigación alertó que una familia de virus de monos tendría todo el potencial para ser transmitidos a los humanos y provocar posiblemente una nueva pandemia.
Así lo evidenció un estudio realizado por científicos de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.) al establecer que una familia de virus que es endémica en primates africanos salvajes podría representar un grave riesgo para la salud humana.
De acuerdo con los expertos, esta enfermedad puede causar síntomas mortales como el ébola y por eso se ha pedido extremar las medidas de seguimiento y precaución frente a una posible transmisión animal-humano.
“Este virus animal ha descubierto cómo acceder a las células humanas, multiplicarse y escapar de algunos de los mecanismos inmunológicos importantes que esperaríamos para protegernos de un virus animal. Eso es bastante raro”, indicó Sara Sawyer, profesora de biología molecular, celular y del desarrollo de esta universidad.
La autora principal de estudio advirtió que la comunidad sanitaria mundial debe prestarle atención a esta familia de virus de monos para evitar el desarrollo de una nueva y potencial pandemia en el futuro.
El estudio establece que este arterivirus, considerado una amenaza crítica para los monos macacos, todavía no ha infectado a ningún humano pero es crucial establecer medidas de vigilancia frente a este virus que es comparado al VIH, el cual también se originó en primates en África.
Una amenaza latente
La comunidad científica ha venido advirtiendo que la humanidad está expuesta cada vez más a virus de origen zoonótico debido a la relación que estamos teniendo con los animales.
De esta forma, hay miles de virus que están circulando entre los animales de todo el mundo, pero la preocupación es que un número cada vez mayor de estas enfermedades ha saltado a las personas causando estragos en el sistema inmunitario.
Por ejemplo, en 2003 el mundo sufrió la aparición del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV), en 2012 se registraron miles de casos del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS); mientras que en la actualidad el planeta está bajo la incidencia del SARS-CoV-2 o síndrome causante del COVID-19.
Ante este panorama, la investigadora de la Universidad de Colorado ha venido utilizando varias técnicas de laboratorio y analizando muestras de tejido de animales salvajes de todo el mundo para determinar qué virus pueden ser potencialmente transmisibles a los humanos.
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En su último estudio realizado, en conjunto con el investigador Instituto BioFrontiers de la Universidad de California Cody Warre, se centró en los artevirus, los cuales son comunes entre los cerdos y caballos pero muy poco estudiados entre los primates.
De esta forma, se concentraron en el virus de la fiebre hemorrágica de los simios (SHFV), el cual provoca una enfermedad letal similar a la del virus del ébola y ha causado brotes mortales en colonias de macacos en cautividad desde la década de 1960.
Los análisis demostraron que una molécula, llamada CD163, es la que permite a los arterivirus simios causar infección en un organismo.
Sin embargo, se llevaron una sorpresa al identificar que el virus tenía una gran habilidad para “engancharse” a la versión humana de CD163 e introducirse en las células y replicarse en el organismo.
“Las similitudes son profundas entre este virus y los virus de los simios que dieron lugar a la pandemia del VIH”, indicó Warren.
De acuerdo con los investigadores, los arterivirus de los simios también tendrían la capacidad de atacar las células inmunitarias, inhabilitando los mecanismos de defensa clave y arraigándose en el cuerpo a largo plazo.
Además, otra de las preocupaciones es que estos virus a menudo no presentan síntomas y una gran cantidad de monos ya poseen altas cargas virales de diversos arterivirus.
El estudio publicado en la revista científica Cell reconoce que una nueva pandemia con este virus de monos no es inminente pero si hay que tomar todas las precauciones y encender las alarmas; por ejemplo haciéndole pruebas a las personas que interactúan con estos animales frecuentemente.
Los investigadores recordaron que en la década de 1970 tampoco se había oído hablar del VIH, un virus que se originó probablemente a partir de primates no humanos infectados en África, y que después saltó a los humanos en algún momento a principios del siglo XX.
Pero lo cierto es que solo se le empezó a prestar atención al VIH cuando empezó a provocar muertes de hombres jóvenes en la década de 1980 en Estados Unidos, cuando no había pruebas de serología ni tratamiento posible.
Finalmente, este nuevo estudio se conoce en momentos en que el planeta empieza a superar la pandemia del COVID-19 pero los científicos han hecho un llamado a crear consciencia para investigar cada vez más a los virus que pueden representar un riesgo para la salud humana.
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