Entre frailejones, que aportan en los procesos de captura de agua proveniente de la precipitación vertical y horizontal;musgos, que atrapan el agua como una esponja; romeros de páramos, hospederos de numerosos líquenes y musgos epífitos que brindan hábitat y protección a la fauna; y cojines flotantes, que también funcionan como esponjas de agua regulando el flujo hídrico; han sido identificados 66 osos de anteojos en el páramo de Chingaza, Colombia.
En Colombia, la superficie de páramos alcanza 1.443.425 Ha., correspondientes al 1.3% de la extensión continental del país. El 89% de los páramos de Colombia están representados en páramos húmedos. Para el caso de Chingaza, este es uno de los páramos que hacen presencia en la cuenca del río Bogotá, y abastece con el 70% de agua a la capital del país.
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A través de la instalación de 120 cámaras de movimiento, en varios sitios del páramo de Chingaza, uno de los 36 complejos de estos ecosistemas en Colombia, la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAAB) ha logrado identificar a 66 osos de anteojos.
Las hembras de oso de anteojos identificadas llegan a medir hasta 1.3 metros de altura y pesan alrededor de 80 kilogramos. Mientras que los machos alcanzan los 1.9 metros de altura y 125 kilogramos de peso.
“Por medio de la restauración ecológica del ecosistema, promovemos la siembra de especies vegetales que producen alimento para el oso de anteojos”, explicó la EAAB.
Tanto para la Empresa de Acueducto, como para los habitantes, la presencia de osos de anteojos en el páramo es un hallazgo logrado gracias a la alianza entre varias organizaciones como la Fundación para la Investigación, Protección y Conservación del Oso Andino (Fundación Wii), Parques Nacionales Naturales de Colombia, Corpoguavio y ProCAT, que trabajan por la conservación del oso de anteojos por medio de investigaciones, monitoreos de la especie, disminución de los conflictos y la socialización con los campesinos.
“Llevamos más de 25 años de proceso de restauración ecológica en Chingaza y, desde la década de los 60, trabajamos en la conservación y restauración de los ecosistemas alto-andinos y de páramo en sitios como Guerrero, Chingaza, Sumapaz y los cerros orientales”, señaló la EAAB.
Los páramos prestan diferentes servicios ambientales, culturales y económicos. Dentro de los más destacados están la regulación del agua lluvia y la presencia de nacimientos, quebradas y lagunas que abastecen a la mayor parte de la población del país.
También, la cobertura vegetal del páramo tiene funciones de regulación de la temperatura; absorción de carbono atmosférico y oxigenación del aire.
En los páramos se topan águilas de páramo, dantas, cóndores, pumas, zorros, osos de anteojos, venados de cola blanca y venados soche, entre otras especies características de este ecosistema tan vital y a la vez tan amenazado en el mundo.
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