Crema de calabacín / Créditos: Freepik (timolina) – Créditos: Freepik (mdjaff)
La receta de crema de calabacín es ideal para disfrutarla durante el almuerzo o como entrada en una cena fácil y saludable. Ana Luisa Da Corte te muestra cómo conseguir el equilibrio perfecto en esta preparación.
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Si hablamos de versatilidad, la crema de calabacín se gana el premio mayor porque puedes degustarla antes o después de una fresca ensalada.
También es perfecta para hacer estómago al momento de comer guarniciones con carnes y vegetales.
Además, vale mencionar la facilidad que tiene para adaptarse a los sofritos con arroz, pimientos, cebolla, papa, zanahorias y distintos tipos de verduras. Incluso, le añade aún más sabor a la preparación cuando es fusionada con sal, pimienta y diversas especias.
Uno de los puntos a favor de la crema de calabacín es que es fabulosa para cualquier época del año, y la verdura es de fácil acceso.
Por otro lado, es la mejor comida que puedes realizar para sanar el estómago delicado, esto gracias a su consistencia suave y cremosa.
De igual manera, toma crema de calabacín cuando presentes malestar en garganta, amígdalas o no puedas masticar muy fuerte.
Por supuesto, cocina este tipo de sopas ligeras si estás pensando bajar de peso, cuidar tus medidas o variar tu plan de alimentación. Recuerda que rebajar amerita consumir muchos vegetales para llenarte de nutrientes, este es el principio básico para lograr una versión de tu cuerpo.
Entre otras razones, la receta de crema de calabacín te permite estar saciada por más tiempo. Dicho esto, acompáñala con una buena ración de comida, bien sea después del desayuno o en una cena fácil y saludable.
Finalmente, si no puedes consumir mezclas calientes, no te preocupes porque esta es una receta que puedes degustar fría o tibia.
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Sofríe ajo, sal y cebolla en un sartén hasta que estén doraditos.
Corta los calabacines en rodajas y colócalos junto con la cebolla hasta que estén suaves.
Añade pimienta al gusto y revuelve.
Coloca los calabacines junto con el caldo de pollo en la licuadora.
Espera que se licúen hasta que tengas el espesor deseado en la crema de calabacín.
Vierte más caldo si lo sientes necesario.
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